El linfedema es una enfermedad crónica y evolutiva que se manifiesta como una inflamación provocada por la acumulación anormal de linfa bajo la piel. Generalmente afecta un brazo o una pierna, pero también puede aparecer en otras partes del cuerpo. Se estima que una de cada cuatro mujeres con cáncer de mama padece linfedema.
¿Qué es el linfedema y cómo se produce?
El sistema linfático es una red de vasos, tejidos y órganos que transportan la linfa, un líquido transparente que contiene glóbulos blancos y plasma, encargados de combatir infecciones y enfermedades. Estos vasos recogen la linfa y la devuelven al torrente sanguíneo. Cuando este sistema se obstruye o se altera, la linfa se acumula en los tejidos y provoca inflamación.
Tipos de linfedema
Existen dos tipos principales de linfedema:
Primario: causado por una anomalía genética en el desarrollo del sistema linfático. Puede aparecer desde el nacimiento o en etapas posteriores de la vida.
Secundario: provocado por daños en el sistema linfático debido a infecciones, lesiones, cáncer (con altra prevalencia en cáncer de mama cuando hay vaciamiento ganglionar), radioterapia, cirugía o traumatismos.
Síntomas del linfedema
Los síntomas varían según el estadio de la enfermedad:
- Estadio I: aún no hay inflamación visible, pero la capacidad de transporte del sistema linfático está reducida.
- Estadio II: aparece una inflamación leve que puede disminuir en reposo o elevando las extremidades.
- Estadio III: la inflamación se vuelve más consistente y se forma un edema esponjoso.
- Estadio IV: el tejido se endurece, la inflamación se vuelve irreversible y aumenta el riesgo de infecciones.
Otros síntomas incluyen pesadez en la extremidad afectada, dificultad para mover las articulaciones, picor, enrojecimiento y debilitamiento de la piel.
¿Cómo se puede prevenir el linfedema?
Aunque no siempre se puede evitar, hay algunas medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de desarrollarlo:
- Practicar ejercicios físicos que favorezcan la circulación linfática, como yoga, natación o baile.
- Mantener una alimentación equilibrada y saludable.
- Evitar infecciones mediante una buena higiene y cuidado de la piel.
- Evitar la presión excesiva sobre la extremidad afectada, como ropa ajustada o accesorios que compriman la piel.
Tratamiento del linfedema
El tratamiento del linfedema se basa en la terapia física descongestiva compleja, que incluye:
Drenaje linfático manual: una técnica especializada que ayuda a drenar el exceso de linfa.
Higiene y cuidado de la piel: para evitar infecciones que puedan agravar el problema.
Ejercicios descongestivos: movimientos suaves que ayudan a mejorar la circulación de la linfa.
Medias y vendajes compresivos: que mantienen el efecto del drenaje linfático y ayudan a reducir la inflamación.
Estas medidas deben ser supervisadas por un profesional especializado para garantizar su eficacia.
La experiencia de las pacientes con linfedema
En la Fundación Oncolliga Girona, ofrecemos el servicio de drenaje linfático, que ha ayudado a muchas pacientes a mejorar su calidad de vida. En el siguiente vídeo, una profesional especializada explica en qué consiste este tratamiento y una paciente comparte su experiencia personal.
El linfedema es una condición que puede afectar la calidad de vida de quienes lo padecen, pero con una buena prevención y un tratamiento adecuado, se pueden controlar los síntomas y reducir las complicaciones. Si sospechas que puedes estar desarrollando linfedema, consulta con un profesional para recibir el diagnóstico y la atención adecuados.