Los pies son una de las partes del cuerpo que a menudo pasan desapercibidas durante un tratamiento oncológico, pero pueden verse afectados por diversos efectos secundarios debido a la quimioterapia y otras terapias contra el cáncer. La podología oncológica es una especialidad diseñada para ofrecer atención específica a las personas que experimentan problemas en esta área del cuerpo durante el proceso de la enfermedad. En este artículo, exploramos los principales efectos secundarios de los tratamientos y cómo abordarlos para mantener el confort y la calidad de vida.
Principales efectos secundarios en los pies y las uñas
Síndrome mano-pie
Este efecto secundario, también conocido como eritrodisestesia palmoplantar, se manifiesta con enrojecimiento, hinchazón, hormigueo y, en casos graves, grietas y ulceraciones en los pies y las manos. El síndrome mano-pie suele aparecer debido a la acumulación de medicamentos de quimioterapia en las extremidades.
Fragilidad y alteraciones de las uñas
Las uñas pueden volverse más frágiles, con tendencia a romperse, o pueden cambiar de color, textura o forma. En algunos casos, pueden desprenderse parcialmente (onicolisis) o aparecer infecciones fúngicas o bacterianas.
Sequedad extrema y grietas
Los medicamentos oncológicos pueden reducir la producción de grasas naturales de la piel, lo que genera una sequedad severa. Esto puede derivar en grietas dolorosas en los talones y otras zonas del pie.
Neuropatía periférica
Algunas quimioterapias pueden dañar los nervios periféricos, causando sensaciones de hormigueo, ardor, dolor o incluso pérdida de sensibilidad en los pies. Este efecto puede dificultar caminar o realizar actividades cotidianas.
Inflamación e infecciones
El sistema inmunológico debilitado aumenta el riesgo de infecciones en la piel y las uñas, mientras que la inflamación puede hacer que los pies se sientan doloridos y sensibles.
Consejos para cuidar los pies durante el tratamiento
Hidratación diaria: Utiliza cremas específicas para pies (sin perfumes, colorantes ni conservantes) con ingredientes calmantes que ayuden a evitar la sequedad y las grietas.
Uñas bien cuidadas: Mantén las uñas limpias y cortas utilizando una lima (evita cortarlas con tijeras). En caso de alteraciones, consulta a un podólogo especializado.
Calzado cómodo: Elige zapatos amplios, sin costuras internas, que no compriman los pies ni las uñas. Evita caminar descalzo para reducir el riesgo de infecciones.
Evita la exposición extrema: Protege los pies de temperaturas muy frías o calientes, que pueden agravar la sensibilidad o la irritación.
Consulta a un podólogo especializado: Los profesionales de la podología oncológica ofrecen tratamientos adaptados, como desinfección de uñas, atención al síndrome mano-pie y recomendaciones personalizadas para el confort diario.
El valor de la podología oncológica
En Oncolliga Girona, ofrecemos un servicio de podología oncológica pensado para acompañarte en cada etapa del proceso. Nuestros profesionales pueden ayudarte a prevenir y tratar los problemas derivados de los tratamientos, asegurando que puedas mantener una calidad de vida óptima. Si experimentas alguno de los síntomas mencionados, no dudes en contactarnos. Nuestros especialistas están aquí para ayudarte a cuidar tus pies y garantizar tu bienestar.


